Enmuchos lugares, la devoción a la Virgen Madre de Jesús toma la advocación de Señora de la Salud. Ayer y hoy los hombres somos sensibles a la salud de alma y cuerpo. María es madre y es salud de
Asísea. I. Heme aquí a tus plantas, ¡oh Madre Inmaculada de Jesús!, que gozas al ser llamada Reina del Rosario del Valle de Pompeya. Con regocijo de mi corazón, y con el ánimo henchido de la más viva gratitud, vuelvo a Ti, mi generosa Bienhechora, mi dulce Señora, Soberana de mi corazón, pues te has mostrado como verdadera Madre mía
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